Me operaron de una hernia inguinal. A la semana de la operación recuerdo que ya empecé a tener dolor y un quemazón sobre la ingle. Desde entonces, he tenido dolor siempre. He visitado a muchos médicos y nunca han podido calmarme. Unos especialistas me pincharon varias veces sin resultado, otros me dieron radiofrecuencia. Cuando lo di todo por perdido me enviaron al Dr. Moreno Egea. Me explico y me aconsejo una laparoscopia para cortar unos nervios de la ingle.
A las 6 horas estaba en mi casa con sólo tres heriditas que casi ni se ven ya. Desde el día siguiente no he vuelto a tener dolor inguinal.
Cada mañana me voy a trabajar esperando que me duela, pero nada de nada. Se ha ido. Hoy hago de todo sin miedo después de años de padecer.